En Freebox no creemos en las casualidades. No lo puede ser que nuestro nombre empiece por Free (Libre, pero también Gratis, en inglés) y que uno de nuestros últimos proyectos sea la compra y apuesta firme por una web de noticias (y mucho más) llamada DGratis. Quizá tenga algo que ver también el hecho de que quien ayudó a fundar el periódico gratuito DGratis en junio de 2004, hizo lo mismo, unos añitos más tarde, con la agencia Freebox. Será que siempre nos ha gustado ir por libre, arriesgar, no conformarnos, chocar y rebotar; comprobar sonrientes que, alguna vez, de tanto golpear una pared, el infranqueable muro se viene abajo.
Algunos aún recordamos a la primera persona que tomó un DGratis bajo su brazo y jamás se nos olvidará su rostro de aprobación. Estábamos temblando. Fue en una cafetería del centro de Salamanca. Un cierre evidentemente tardío, una rotativa gigantesca para el último e idealista proyecto en llegar y un reparto hecho con corazón y sin brújula nos dejó sin dormir. También, por qué no, los nervios del principiante, por mucho que algunos ya peinaran canas. Pero el invento fue un éxito desde, prácticamente, el primer día. Un sueño impensable por el que no daban dos meses. De lo mejor que hemos hecho en nuestras vidas.
Ahora, tantos años después, el círculo, más que cerrarse, se vuelve a abrir. De par en par y para todo el mundo. El bendito papel no soportó ya más embates, pero la web toma definitivamente ese relevo que siempre pensamos que debía tomar. Por si no nos era suficiente con atender a nuestros clientes, Freebox gestiona, a partir de ahora www.dgratisdigital.com, un portal de hondas raíces salmantinas, pero de vocación universal. Con lo mejor del DGratis de siempre en un mundo sin techo para seguir creciendo. Un lugar por el que pasarse y en el que estar a gusto informándose, de lo de aquí y de lo de más allá. Un sitio en el que saciar curiosidades leyendo buenas historias. Esperamos volver a acertar. Dos éxitos en una misma vida profesional pudieran parecer demasiados. ¿O quizá no?
