“Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad». Esta frase de Neil Armstrong marcó a toda una generación que, absortos ante el televisor y conspiranoicos a parte, vieron cómo el hombre pisaba la Luna por primera vez. Una verdadera hazaña destinada a unos elegidos. Seguir sus pasos es el sueño de muchos y gracias al avance de la tecnología, visitar el espacio para gente que no son astronautas cada vez está más cerca. “Con esfuerzo, ambición, ganas… lo lograrás”, encajaría perfectamente a continuación si viviéramos en los ‘mundos de yupi’ pero no, lo que necesitas principalmente es dinero, acompañado de una buena condición física. Ah, y no ser muy bajito o muy alto. Te contamos cuánto cuesta un viaje al espacio y qué requisitos tienes que cumplir.
El viaje de Jesús Calleja
Lo primero, cómo acabamos de destacar, billetes. Primordial. O tenerlos tú o tener detrás una empresa que los tenga, como es el caso de Jesús Calleja. El televisivo aventurero seguro que no andará mal de dinero pero, más allá de bromas, para llegar desde su León natal al espacio ha tenido el soporte de una de las grandes: Amazon. En su plataforma de streaming Prime Video (también en Cuatro) se podrá ver la experiencia de un Calleja que se ha convertido en el tercer español en estar en el espacio y el primero que no es profesional, tras Pedro Duque y Miguel López-Alegría. Su «misión» fue la número 30 de Blue Origin.
Tres capítulos en el que entrevista a personalidades del sector espacial, muestra su preparación para el vuelo y, por supuesto, su viaje al espacio. 10 minutos. A las 16.50 partió y a las 17.00 aterrizó. ¿El precio? Una incógnita. Te lo contamos después de que veas cómo disfrutó de esos momentos únicos y de sus mensajes con mala leche a los terraplanistas. Javi Poves y sus amigos deben estar muy enfadados.
Estas son las primeras imágenes que ha colgado @blueorigin en su Instagram. Se nos puede ver en ingravidez a 106.000 metros de altura. Es muy difícil incluso para mí expresar la belleza tan abrumadora de ver nuestros planeta desde esa perspectiva, es de una esferidad perfecta,… pic.twitter.com/b8wXWjHago
— Jesús Calleja (@JesusCalleja) February 26, 2025
¿ Cuántas empresas ofrecen viajar al espacio y cuánto cuesta ?
Vamos con lo mollar. Hoy en día son varias las empresas que ofrecen viajes espaciales comerciales. Son cuatro y sí, todas ellas son de Estados Unidos: SpaceX, Blue Origin, Virgin Galactic y World View. En el caso de las dos primeras, las dos posiblemente más conocidas por ser propiedad de Elon Musk y Jeff Bezos respectivamente, sus tarifas no están establecidas y dependen de cada caso. Las otras dos restantes sí que han hecho público el precio de viajar como turista al espacio. Aún así, hay bastante secretismo en torno a la cifra que hay que pagar por este viaje único en la vida.
Blue Origin
Con ellos ha hecho su travesía el bueno de Jesús Calleja. La compañía de Jeff Bezos ofrece superar la línea de Kárman (el límite entre atmósfera y espacio exterior si se habla de astronáutica) a bordo del New Shepard por una serie de precios personalizados que se ajustan dependiendo de cada pasajero. Pero, para que te hagas una idea, en una subasta realizada en 2021, un asiento se adjudicó por 28 millones de dólares. Eso sí, también se sabe de turistas espaciales que “sólo” han pagado entre 1 y 3 millones de dólares. Para este tipo de compañías el marketing lo es todo y por ello también cuentan con “invitados especiales” que no pagan. En este punto entran acuerdos individuales y patrocinios de los que, por muy grande que sea la empresa, también necesitan.
SpaceX
Considerado por la prensa más especializada el proyecto más ambicioso, detrás tiene la mano de Elon Musk. Por ello es la que más nombre tiene y también, por qué no decirlo, a la que más bombo se le da. El polémico dueño también de ‘X’ quiere incluir en su oferta no solo vuelos suborbitales alrededor de la Tierra, sino también misiones a la Estación Espacial Internacional (EEI) y vuelos en órbita. Se sabe que por uno de estos vuelos privados a la EEI cada participante pagó alrededor de 55 millones de dólares por el viaje, que incluía el transporte en la cápsula Crew Dragon de SpaceX y la estancia en la estación durante 8 días.
¿Y cuál fue la primera misión totalmente civil que lanzó la empresa de Elon Musk? Fue en septiembre de 2021 y fue bautizada con el nombre de ‘Inspiration4’. Aunque el precio exacto no se hizo público, se da por hecho que el multimillonario encargado de comandar la misión Jared Isaacman pagó una suma significativa por los cuatro asientos de la cápsula Crew Dragon de SpaceX.
Virgin Galactic
Por lo visto en los vídeos de Jesús Calleja, esta empresa fundada por el británico Richard Branson ofrece una experiencia bastante similar a Blue Origin pero mucho más barata. Podríamos considerarlo el Vueling o Ryanair de estas compañías. Permite al turista espacial dar vuelos suborbitales en los que los pasajeros experimentan unos minutos de ingravidez y pueden observar la curvatura de la Tierra desde aproximadamente 80 kilómetros de altitud. Todo ello al módico precio (teniendo en cuenta los precios anteriormente mencionados) de 400.000 dólares por 90 minutos. De hecho, en sus inicios costaba 200.000 pero al dueño le parecía barato.
World View
Esta opción es sin duda la más barata… pero tiene trampa. Y es que, aunque es de 50.000 dólares el costo de la travesía, no alcanza la altitud de las anteriores. De hecho, no hablamos de cápsulas espaciales ni naves, sino ascensos en globo a la estratosfera, alcanzando aproximadamente 30 kilómetros de altitud. Se engloban -nunca mejor dicho- en este grupo porque a pesar de no llegar al espacio exterior, estos vuelos permiten a los pasajeros observar la curvatura de la Tierra.
Tan solo empresas estadounidenses permiten viajar al espacio pero es evidente y palpable que el interés por el turismo espacial va en aumento. Y compañías de otros países también están explorando oportunidades en este sector emergente y, ya veremos, si es rentable a largo plazo.
España en la carrera aeroespacial
Dos empresas españolas tienen como objetivo llegar a ofrecer esta experiencia. La primera es ‘PLD Space’, con sede en Elche, que está desarrollando una cápsula para hasta cinco tripulantes. Los nombres para los transportes, como podrás comprobar, son muy españoles. ‘Lince’ se llama la cápsula en la que trabajan para mandar vuelos tripulados a la Luna a partir del 2030. Más pronto, para el 2026, esperan poder hacer algo parecido a lo que hacen las actuales mediante su propio cohete, el ‘Miura 5’.
La segunda es EOS-X Space, con sede en Sevilla y propiedad de Kharbachi Kemel, cuyos primeros vuelos comerciales estaban previstos para 2024, aunque no se ha confirmado si han tenido lugar o si han sufrido retrasos. Se trata de viajes a la estratosfera pero, como en el caso de la estadounidense World View, no supera ese límite. También lo hacen mediante un globo y llegan a altitudes de 40.000 metros, con vuelos de unas 5 horas. De nuevo hay secretismo en torno el precio por asiento (la aeronave la ocupan 6 pasajeros más el piloto), pero se estima que estará entre los 150.000 y los 200.000 euros.
Organizaciones en Francia, Alemania y Japón también están en la carrera de este negocio. Por supuesto Rusia y China, los grandes competidores de los norteamericanos en el terreno espacial, tienen muy avanzados proyectos para mandar turistas al espacio. De hecho, en el caso de Rusia, a través de la empresa Space Adventures y en colaboración con Roscosmos, facilitó viajes turísticos a la Estación Espacial Internacional (EEI) entre 2001 y 2009. Siete turistas espaciales realizaron estos viajes, pagando sumas que oscilaron entre 20 y 40 millones de dólares por persona.
¿ Se necesitan requisitos físicos para ir al espacio o con el dinero es suficiente?
Si no es suficiente con tener la fortuna de contar con tanto dinero, aún puede torcerse tu sueño de ver nuestro planeta Tierra desde la inmensidad del espacio si no estás en forma o eres excesivamente bajo o alto. Y es que viajar al espacio como turista no solo implica una inversión económica importante, sino también cumplir con una serie de requisitos físicos y de salud establecidos por las empresas que ofrecen estos servicios. A continuación, se detallan las condiciones generales y específicas de algunas compañías.
Por ejemplo, el caso de Blue Origin (con la que viajó Calleja) establece una altura entre 1,52 y 1,93 metros, con un peso máximo de 100 kg. También hay que superar pruebas físicas, siendo la más concreta: poder subir siete tramos de escaleras en menos de 90 segundos, ya que la cápsula se encuentra a esa altura en la torre de lanzamiento y no sufrir vértigo en el proceso. Además, poder permanecer sentado en una posición reclinada por aproximadamente 90 minutos durante el despegue y el aterrizaje sin problema o soportar una fuerza de hasta 5,5 veces la gravedad de la Tierra (5,5G). Y, es evidente, no sufrir problemas graves de salud como enfermedades cardiovasculares o respiratorias. Y es que el cohete acelera en unos segundos hasta los 3.750 km/h.
SpaceX no pone límite de altura por abajo pero sí por arriba, 1’98, y establece el peso máximo en 113 kg. Sin embargo, su preparación es mucho más exigente si se trata de un vuelo orbital y no suborbital como los de Blue Origin. El programa de entrenamiento para los turistas espaciales de SpaceX es por lo tanto más exhaustivo, aunque depende de cada misión (así llaman a cada lanzamiento). Por ejemplo, la misión Polaris Dawn incluyó una intensiva preparación de unos dos años.
Por lo general y dependiendo de la dificultad del viaje -que se establece según la altura que se vaya a alcanzar y el tiempo que se esté en la aeronave- siempre hay que hacer un programa de entrenamiento de 3 a 5 días para familiarizarse con el habitáculo y prepararse para la ingravidez. Por ello los turistas espaciales se someten a simulaciones de microgravedad, entrenamiento en trajes espaciales para adaptarse a ellos, simulaciones de emergencia o pruebas de condicionamiento físico y mental con el objetivo de mejorar la resistencia física y la fortaleza mental necesarios para afrontar el estrés y las demandas del entorno espacial.
Ahora sabes todo lo necesario por si quieres plantearte ir al espacio al más puro estilo Pedro Duque, nuestro Neil Amstrong. Eso sí, un precio desorbitado para una experiencia más allá de la órbita.